Tras medio año de silencio por motivos extraliterarios, Sherezade en la Red vuelve para celebrar y compartir la inquietante poesía de la estadounidense Mary Joe Bang (Missouri, 1946). Entre versos hermosos y difícilmente accesibles para el discurso racional, (lo que ella llama erótica del lenguaje) y otros profundamente conmovedores que se asoman de manera descarnada a lo cotidiano, su última publicación en castellano es una antología que recoge textos de seis poemarios, publicada por Kriller71 en 2013, y lleva por título El claroscuro del pingüino. El prólogo de Luna Miguel se derrite en el paladar, vivo y sinuoso como la poesía de Mary Joe Bang. El conjunto de poemas que componen la antología se presentan en orden cronológico inverso, a petición de la poeta.
Comparto un poema del poemario Apology for want (1997), o Disculpas por desear, en castellano.
Gretel
Madre, estoy desnuda en este bosque loco de neblina.
Sólo la luna me demuestra amor.
El invierno me aplastará: brazos diminutos, pies pálidos, lengua de óxido. Tengo mil visiones:
tú planchando un enorme vestido; comiendo
chocolate y miel, salchichas
y un durazno delicioso; el sol borracho
y relajado; la primavera estallando contra un cielo crudo
y el alarido de la tormenta; alguien corriendo.
Gritas, Vete, vete. Llévatelos, ¿sí?
Y él lo hace, a través de la carretera marítima con sus
barcos anclados en un sueño profundo. En ese lugar
de belleza complicada, es el fin del otoño
y casi todo está en calma, salvo cuando
el viento celestial sacude
la rama que había atado
a un fresno blanco ya marchito. El silencio, en sí mismo,
es una estrategia,
un lenguaje de signos,
lujoso, fluido entre las manos
de aquellos que lo han aprendido en su infancia.
Sabes que no fuimos hechos
para vivir aquí, solo para aprender abandono,
renuncia, para sujetar con manos húmedas el frío
metal de la vida, y después encontrar una forma de marcharnos.
Mary Joe Bang